La receta de este pan la copiamos del blog de Mar donde hablaba maravillas de él y la verdad es que no nos defraudó. Si bien es cierto que es un poco "fastidioso" hacer la masa madre, reconozco que queda mucho más rico y se hace sólo una vez ya que luego se conserva perfectamente en la nevera para las próximas ocasiones. Creo que es más difícil explicarlo, que hacerlo, sinceramente.
Ingredientes:
- 200 grs de masa madre
- 500 grs de harina integral de centeno
- 300 grs de agua aproximadamente
- 10 grs de azúcar moreno o miel
- 1 cta de sal
- 1 cta de semillas de lino dorado (opcional)
- 1 cta colmada de anís en grano (opcional, pero recomendable: le da un toque especial)
El día antes de hacer el pan, pesamos la masa madre que tenemos y continuando con las recomendaciones originales: si tenemos 100 gramos y necesitamos 200, alimentaremos con 100 gramos de agua y 100 gramos de harina, dejamos fermentar toda la noche. Al final tendremos 300 gramos de masa madre y nos vamos a guardar 100 en la nevera para una próxima ocasión, utilizando los 200 para nuestro pan.
Nosotros lo amasamos en la panificadora. Primero vertimos el agua, la sal, semillas, azúcar, harina y finalmente la masa madre, programamos menú 7 (15 minutos). Dependiendo de la harina, humedad, etc le fuimos echando un poco de agua y ayudando con una cuchara de madera porque la masa es muy consistente, pesada.
Lo dejamos reposar unas 3 horas en la máquina. Al finalizar este tiempo, nos engrasamos un poco la mano con aceite para que salga más fácilmente la masa y pasamos a un molde de silicona. Dejamos tapado con un paño seco y limpio 2 horas más.
Transcurrido este tiempo, precalentamos el horno a 230º (con ventilador sería mejor) y horneamos 10 - 15 minutos y luego bajamos a 200º por 20 minutos más, dependiendo del horno. En el nuestro se hace de 35 a 40 minutos, hay que mirar que no se queme y que luego quede crudo por dentro.
Se mezclan bien todos los ingredientes, amasando hasta que se integren bien y se deja reposar 3 horas en un bowl tapado a temperatura ambiente. Nos engrasamos un poco la mano con aceite
para que salga más fácilmente la masa y pasamos a un molde de
silicona. Dejamos tapado con un paño seco y limpio 2 horas más.
Transcurrido este tiempo, precalentamos el horno a 230º (con ventilador
sería mejor) y horneamos 10 - 15 minutos y luego bajamos a 200º por 20
minutos más, dependiendo del horno. En el nuestro se hace de 35 a 40 minutos, hay que mirar que no se queme y que luego quede crudo por dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario